Los 20 secretos mejor escondidos de la vida de Adela Noriega
La vida de Adela Noriega está llena de preguntas sin responder. ¿Quiénes fueron sus amores? ¿Tuvo un hijo llamador Alejandro? ¿Por qué se alejó de la televisión hace 10 años? Escarbaremos en cada uno de estos temas…
Los inicios de Adela Noriega
La carrera de la joven actriz comenzó cuando esta apenas tenía 12 años. De paseo por un centro comercial, un caza talentos la encontró y la conectó con la televisión. Entre publicidades y pequeñas participaciones, fue haciéndose lugar en la industria. Pero no fue fácil, pues incluso dentro de su propia familia había retractores a su carrera artística…
Familia humilde
Procedente de una familia humilde, no todos en la casa estaban de acuerdo con la carrera de Adela. Su padre dudaba al respecto, pero su madre siempre la apoyó y su hermana mayor, Reyna, se convirtió en su representante. Su debut en las telenovelas llegó en el 85, pero su primer protagónico fue en el 87 en la telenovela que co-protagonizó junto a Thalía, llamada Quinceañera. La belleza de Noriega cautivó al público… ¿pero cómo consiguió el papel principal?
Su primer amorío rumoreado
Según han apuntado varios medios del mundo del espectáculo, el primer protagónico de Adela en Quinceañera llegó facilitado por ‘El Tigre’ Azcárraga, que siendo uno de los hombres de poder, alzó a la joven al estrellato. Se rumorea que entre ambos existía una relación amorosa, pese a que él estaba casado y era mucho mayor. Noriega no fue la única supuesta amante del empresario, Lucía Méndez, Silvia Pinal y Erika Buenfil también fueron relacionadas con él. Él tampoco fue el único en la vida de la actriz…
Un amor imposible
Su siguiente novela de éxito fue Dulce Desafío en 1988-1989, en la que compartió créditos con Eduardo Yáñez. Son varios los que aseguran que entre ellos surgió un interés romántico, aunque para ese entonces él estaba casado con la madre de su hijo, Norma Adriana García. Yáñez nunca contempló separarse de su mujer por Adela, así como tampoco llegó a confirmar que los rumores fueran ciertos. Pero como dice el dicho “cuando el rio suena, agua lleva”.